El movimiento político Más x México, que aspira a convertirse en partido, enfrenta un complicado arranque, con problemas financieros y escasa convocatoria en su evento inaugural que encabezó Cecilia Loría Marín.
Un evento de lanzamiento fallido
El lanzamiento de Más x México, celebrado con la esperanza de consolidar al movimiento, resultó ser un evento con poca asistencia y baja repercusión.
La convocatoria, que prometía atraer a simpatizantes y figuras políticas de peso, se caracterizó por la presencia de personalidades políticamente poco conocidas, lo que restó impacto a la presentación.
Esta falta de interés y confianza en el proyecto evidenció un problema grave para el movimiento en su esfuerzo por ganar terreno entre el electorado.
Liderazgo bajo la sombra de la controversia
Cecilia Rosalía Loria Marín, una política proveniente de Quintana Roo, encabeza el proyecto de Más x México. Su trayectoria está marcada por la polémica, especialmente tras apoyar a Laura Fernández como dirigente estatal de Morena, lo que le valió la expulsión definitiva del partido Movimiento Auténtico Social (MAS) en 2022. La decisión, vista como una traición política, ha generado desconfianza en torno a su liderazgo, cuestionando la transparencia y legitimidad de su rol en el nuevo movimiento.
Norberto Núñez esta atras de las deudas e incumplimientos financieros
Uno de los problemas más serios que enfrenta el movimiento es el incumplimiento de pagos a proveedores que participaron en la organización del evento inaugural. Según fuentes cercanas Más x México no cumplió con sus obligaciones financieras, lo que no solo refleja una falta de profesionalismo, sino que también daña la imagen del grupo.
Este tipo de prácticas es común en la política mexicana, pero no deja de ser alarmante para un movimiento que busca legitimarse como una opción política seria. Personajes como Norberto Núñez son conocidos en el mundo de la producción de eventos políticos por las grandes deudas que generan a proveedores.
Un futuro incierto
Con un lanzamiento fallido, problemas de organización y un liderazgo cuestionado, el futuro de Más x México es incierto. El movimiento enfrenta desafíos significativos para consolidarse como una fuerza política viable. La mala gestión de su debut y la falta de apoyo popular podrían alejar a posibles simpatizantes y colaboradores, poniendo en riesgo su existencia antes de que pueda despegar. La falta de financiamiento y estructura adecuada complica aún más sus posibilidades de establecerse en el panorama político mexicano.
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