Resulta muy común, más de lo que quisiéramos, que las parejas que suelen separarse tras el fallo de su relación, lo hacen peleando por todo cuanto pueden. Y no sólo hablamos de cuestiones materiales, pues desgraciadamente, se involucra hasta los menores procreados.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer este sábado 25 de noviembre, queremos abordar este tema, ya que la cotidianidad con la que se dan estos casos va en aumento, pero sabes cómo se denomina a esta violencia en la que se involucra a los niños. Se trata de la violencia vicaria.
Violencia vicaria
La violencia vicaria, de acuerdo con Sonia Vaccaro, la psicóloga argentina y especialista en violencia de género que acuñó el término, “se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer”. Se trata de una manera de dañarla a través de terceros, ya sea alejándolos de su madre o círculo familiar, manipulando o hiriéndolos de manera física.
Este tipo de violencia es común en el proceso de divorcio de muchas parejas, como explica Vaccaro, quien puntualiza que suelen ser los exmaridos quienes instrumentalizan a sus hijos para continuar ejerciendo control sobre ellas.
De acuerdo con Ali Siles Bárcenas, sociólogo e investigador en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el motivo de esta violencia es el control, “mientras más cruel sea la violencia, más contundente es el mensaje de ´yo soy aquí quien manda´”.
No opera sola, es una concatenación de otras violencias
De acuerdo con Lucía Núñez del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, este tipo de violencias no operan de manera aislada, sino que se interrelacionan con otras violencias como la psicológica, física y económica. “En procesos de separación o divorcio el hombre tiende a perder el control o el poder, es decir, lograr que la persona con la que había un vínculo afectivo actúe o responda de cierta manera. Entonces utiliza a los hijos e hijas como medio para saber de la madre, para seguir manipulándola, para denostarla o hacer que se angustie”.
De esta forma, la Eliminación de la Violencia contra la Mujer no finalizará si no logramos abatir como sociedad, todas las formas en que ésta se manifiesta. No sólo se trata de lograr que a las mujeres se les garantice una vida libre de violencia, sino que sus hijos, no repitan estos patrones.
Por una vida libre de violencia #25M.
